miércoles, 11 de noviembre de 2009

Descartes vive

Ayer, martes 10 de noviembre, se llevó a cabo el Seminario "Descartes vive", en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Como todo evento filosófico público, el Seminario tuvo deslumbrantes luces y profundas sombras. La presentación corrió a cargo del Doctor Alexandre de Pomposo y de Gerardo Allende. El profesor de Pomposo, como una y otra vez lo patenta, mostró su vasta erudición y su facilidad de palabra. Allende, por su parte, puso sobre la mesa las diversas problemáticas -contemporáneas todas ellas- fundadas sobre el pensamiento cartesiano. La primera intervención fue la del Maestro Adalberto de Hoyos, quien, para entusiasmo de aquellos que gustamos de la Filosofía de la mente y de las Ciencias Cognitivas, trazó algunas líneas del pensamiento norteamericano contemporáneo: Thomas Nagel, en su afamado ensayo "¿Cómo es ser un murciélago?", intenta defender el dualismo contra el reduccionismo fisicalista de Kripke, de Dennett y de otros promotores de la teoría computacional de la mente, según la cual la mente es producto del cerebro y, así, un determinado estado mental A se identifica con un estado cerebral A'.
En este punto, el Seminario dio un viraje hacia los terrenos de la Ética, de mano del Maestro Lutz Keferstein. Según apuntó el profesor, el Capitalismo se fundamenta en el egoísmo cartesiano (concuerdo con ello; en la siguiente entrada, expondré los puntos de contacto entre ambas posiciones). Además, Lutz mostró la incoherencia entre la epistemología y la ética cartesianas. En este punto hubo una breve discusión entre Keferstein y dos camaradas míos, Carlos Sierra y Rodrigo Munguía. Carlos consideró que no puede tomarse la Tercera parte del Discurso del Método como una exposición de la ética cartesiana, pues, a decir del filósofo francés, lo explicado en este punto corresponde a un proceder anterior a la formulación del Método. Además, Sierra hizo hincapié en la sumisión del Discurso... a la Metamática. Munguía, por su parte, señaló que el Yo cartesiano no se encuentra cerrado sobre sí a partir de la interpretación que de éste hace la Fenomenología de Husserl y de Maurice Merleau-Ponty: todo conocer es "conocer algo" de un mundo que está puesto para todos los sujetos cognoscentes. Un apunte: en esta discusión "alguien" lanzó un Hombre de paja y "otro" cayó en él... No diré nombres pero que quede constancia de la falacia y de la caída en ella -caída, por cierto, obligada por la risa de los participantes.
El Seminario, conforme fue transcurriendo, se separó cada vez más de Descartes hasta acercarse más y más a temas contemporáneos. Cabe resaltar la participación de Verónica N (perdón, no conozco su apellido), quien dio muestra de ser una experta en el tema.
Desde mi punto de vista, el Seminario fue bastante bueno, aunque faltó desarrollar un poco más el tema del dualismo. Además, y como ocurre en la gran mayoría -si no en la totalidad- de los seminarios y conferencias de Filosofía, el terreno se presta para la lucha de egos -muy cartesiana, ¿no? Jojojo.
P.D. Quienes se interesen en el texto de Thomas Nagel, podrán encontrarlo compilado en:
V.V.A.A., La naturaleza de la experiencia. Volumen I. Sensaciones, compilado por Maite Ezcurdia y Olbeth Hansberg, UNAM-IIF (Filosofía contemporánea, Serie antologías), México, 2003, 45-63 p.
O bien en (estoy pensando en Alfredo):
V.V. A.A., The mind's I. Fantasies and Reflections on Self and Soul, compilado por Daniel C. Dennett y Douglas Hofstadter, Basic Books (Paperback), New York, 2000, 391-403 p.

1 comentario:

  1. Excelente seminario a mi parecer, se dejaron ver dos puntos interesantes, a saber: que Descartes, efectivamente, no esta muerto y que, afortunadamente, existe interes filosófico por parte de alumnos y profesores, y me parece que este último es de un alto nivel académico, aunque, y lo digo de manera completamente subjetiva, lástima por cierto profesor con ciertas actitudes mencionadas en la actual entrada.

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